Te contaré algo sobre mis orígenes, no me resulta difícil, ya que seguramente son muy parecidos a los tuyos, a tu historia familiar. Vengo de una familia humilde, mis padres fueron migrantes, que decidieron viajar a la otra punta del país en busca de mejores oportunidades, con la esperanza de encontrar un futuro más prometedor. Ellos me enseñaron desde muy pequeña la importancia del trabajo duro, el esfuerzo constante y, sobre todo, la honestidad. Estos valores siempre estuvieron presentes en casa, y me mostraron que no hay atajos para alcanzar lo que uno se propone.

Crecí con el ejemplo de unos padres que nunca se rindieron, que trabajaban incansablemente, y que siempre me recordaron que el verdadero valor está en hacer las cosas bien, con integridad y dedicación. Desde pequeña, me fascinaba observar y aprender de todo lo que me rodeaba, y esa curiosidad sigue acompañándome. Me considero una eterna aprendiz, siempre buscando nuevas formas de crecer y de mejorar, no solo en lo profesional, sino también en lo personal.

Soy una persona inquieta, que disfruta aprendiendo sobre cualquier tema que despierte mi interés. Ese afán por el conocimiento me ha llevado a descubrir nuevas oportunidades y a desafiarme constantemente. A lo largo de mi vida, he entendido que el verdadero éxito no es solo lo que consigues, sino cómo lo consigues y a quién ayudas en el camino. Eso es algo que me gusta llevar a cada aspecto de mi vida y de mi trabajo.

Y si hay algo que siempre llevo conmigo, es lo que me enseñaron en casa: hacer las cosas con el corazón, con honestidad, y nunca olvidar que detrás de cada reto hay una oportunidad para aprender y crecer.